11/8/11

Así empezamos...

Esa noche estaba nerviosa. Nervios de la primera cita. Ya habíamos estado juntos en otras oportunidades, charlando en reuniones de amigos, pero esto era una cita. Una doble cita, mi amiga con su amigo y yo con él.

Estábamos en un boliche, yo me pedí un trago exótico para tener algo en la mano, porque mis manos hacían evidente mis nervios. Él estaba tan lindo... con una camisa oscura, un jean, ese hermoso pelo lacio que le llegaba a los ojos.

Me preguntó si me gustaba el lugar, ya que yo no lo conocía, él había ido ya un par de veces, y no terminé de contestarle cuando me besó. Fue un beso rápido. Él también estaba nervioso. Me miró a los ojos con miedo como preguntándome: ¿estuve mal? yo le respondí besándolo lentamente, profundamente, apoyando mi mano en su espalda. Él me sujetó de la cintura, presionándome contra su cuerpo. Por un momento olvidé que estábamos rodeados de gente, fue hermoso dejarse llevar... hasta que lo recordé y paré de besarlo. Lo sujeté de la mano y lo llevé hasta un sillón que había en un rincón oscuro.

Ahí estuvimos horas, besándonos, acariciándonos, yo sentada en su falda, incluso de a ratos refregaba mi cuerpo sobre el suyo. Hasta que nuestros amigos vinieron a decirnos que nos íbamos.
Fuimos los cuatro a su casa. Cenamos-desayunamos no se ni que hora era y nos quedamos dormidos en el sillón del living.

Cuando despertamos nos fuimos al cuarto de su hermana. Nuestros amigos estaban en su cuarto. Me besó el cuello lentamente hasta el escote de la blusa, me la sacó y siguió besándome hasta el ombligo, me desprendió los botones del jean con los dientes (fue realmente excitante pero no pude evitar reír de sorpresa), yo lo fui desvistiendo a él mientras él seguía sacándome la ropa. Nos quedamos completamente desnudos acariciándonos hasta que la introduje, no aguanté más. Comencé a moverme encima suyo clavándola en mí una y otra vez, hasta que frené porque la cama hacía mucho ruido y nos daba mucha risa. Él me besó en la boca apasionadamente y me bajó de la cama, sacó el colchón y lo tiró al piso, sujetándome firme me tiró sobre el colchón y mientras me acariciaba los senos la fue introduciendo despacito, yo lo abracé con mis piernas alrededor de sus caderas y mis brazos alrededor de su cuello y comenzó a penetrarme rápido y fuerte hasta acabar.


Nos quedamos acostados en el colchón en el piso riéndonos, besándonos, acariciándonos, hablando... hasta que nos tuvimos que ir.

Tiempo después me enteré que había sido su primera vez. Me sentí rara. No parecía un principiante. Había tenido varias novias antes de conocerme pero seguía siendo virgen. No se por qué quiso hacerlo conmigo y no con sus exs, no hacía mucho que nos conocíamos. Me sentí culpable, por tratarlo como a uno más, aunque no lo fue, ya que ese fue el comienzo de un noviazgo que duró más de dos años.

5 opiniones:

David Cotos dijo...

que bonita historia.

Gastón dijo...

Y es que tarde o temprano... siempre hay una primera vez!

El Manga dijo...

Bienvenidas las nuevas historias !
Gracias por el comentario del otro dia ;)
Para poder actualizar tendria que pintar... estoy en una mala etapa, ya volvere y volveran...

Besooo !!!

Not just a moustache dijo...

ojalá pudiera escribir la onomatopeya del sonido gutural que involuntariamente mi garganta acaba de emitir

Not just a moustache dijo...

ojalá pudiera escribir la onomatopeya del sonido gutural que involuntariamente mi garganta acaba de emitir